Los depósitos de agua del Canal de Isabel II

El agua ha sido siempre un elemento esencial para la creación y desarrollo de los asentamientos urbanos. Y Madrid no ha sido ajena a esta cuestión. De hecho, en su propia origen está implícito su propia existencia y vinculación con este preciado y, en ocasiones, poco reconocido elemento.

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Hasta mediados del siglo XIX el abastecimiento de la ciudad se realizaba mediante los conocidos como "viajes de agua". Se trataba de un complejo sistema de pozos, minas y galerías, que captaban, drenaban y transportaban el agua hasta las fuentes públicas.

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Esta situación cambiaría cuando el 18 de junio de 1851 se crease el Canal de Isabel II. En ese momento comenzaría un proceso enfocado a garantizar el abastecimiento de agua a la ciudad que supondría la construcción de numerosas infraestructuras como presas, acueductos, sifones, minas, almenaras y depósitos.

Algunas de estas importantes y significativas obras de ingeniería y arquitectura hoy están en desuso,  pero se han incorporado al legado patrimonial de la ciudad.